Bernardo, gran compañero, amigo, colaborador, como ninguno, de la entidad, y, por supuesto, gran luchador y conseguidor de objetivos. Estos días pasados has vivido una experiencia única para ti. Te has animado a realizar un viaje organizado por Plena Inclusión CLM, para realizar uno de las rutas más atractivas del Camino de Santiago. En primer lugar, te pido disculpas por no haberte podido acompañar, pues, era nuestra primera intención. El primer día de ruta, me enseñaste que nadie es capaz de superarse como tú; conseguiste liberarte de todo aquello que cargaba tus espaldas y, que por consiguiente, te impedía caminar al ritmo de los demás. Todos los que te conocemos sabemos que eso te tuvo que costar muchísimo, pero, al final, entendiste que lo material, aquello que llevamos en la mochila, no es comparable con todo lo que nos puede enriquecer el alma, y, en un viaje así, “los ojos”. Cuando regresaste, nos contabas que habías visto paisajes que eran irrepetibles, y, que nunca estaba en tus planes, poder alcanzar algo así. Este viaje ha sido como la propia vida, tu vida, sin ir más lejos, llena de tropezones, cuestas arriba, zancadillas,.. ¡Qué te voy a contar yo de eso!
Eres un experto en salvar todos los obstáculos que se ponen en tu camino. Además, esta vez contabas con un bastón muy valioso, que, otra de tus compañeras de trabajo te prestó para facilitarte el camino. Al principio, ¿te acuerdas?, no te lo querías llevar, pero, al final, ha sido otro medio facilitador de tu andadura.
Sé que has tenido momentos delicados en este viaje, pero, como “mi gran superhéroe que eres”, los ha ido salvando, gracias a tu constancia y coraje.
¡¡¡¡BERNARDO NO CAMBIES NUNCA!!!!
Sabes que eres parte muy importante de la pequeña familia de ASPRODIQ y que siempre estaremos para ti.
